La reciente publicación del libro
de Jean-Marc Vivenza “Histoire du Grand Prieuré des Gaules”[1],
con el transparente subtítulo de “Le Régime Écossais Rectifié du XVIIIe siècle
à nos jours” es una muy buena noticia para el Régimen Escocés Rectificado y
para toda la francmasonería en su conjunto. A lo largo de sus casi
cuatrocientas páginas -que incluyen casi cien dedicadas a recopilar documentos
e información de consulta- el autor establece el marco en el que el RER ha transitado
si historia, desde Wilhelmsbad hasta nuestros días.
Resulta muy interesante el
análisis de la ruptura entre el Gran Priorato de las Galias y la Gran Logia Nacional
de Francia, ocurrida en el año 2000. Ruptura significativa si se tienen en
cuenta los acuerdos que ligaban a ambas potencias desde 1958. La obra de
Vivenza nos permite abordar una numerosa cantidad de circunstancias que vienen
a demostrar de manera acabada la enorme dificultad que ha representado siempre
la conjugación de las estructurar propias del RER, especialmente sus Logias de
San Juan, con las propias de la masonería andersoniana. Resulta claro que esta
ruptura, en su momento dolorosa, permitió que el Régimen Escocés Rectificado
pudiese recuperar, no solo su tradición original sino la libertad que exige la
practica del Rito, con independencia de todo estamento ajeno al mismo. Vale la
pena citar el análisis de Jean-Françoise Var quien al respecto de esta ruptura
decía:
“El edificio grandioso tal como lo había concebido y construido
Willermoz, este edificio, después de haber sido destruido en el curso de la
historia, fue reconstruido, pero desmembrado, desfigurado. El Régimen había
perdido su unidad y repartido entre dos jurisdicciones: por una parte el Gran
Priorato de las Galias, y por otra a una jurisdicción masónica, que con el paso
de los años, se fuer haciendo cada vez más extraña e incluso hostil a la
especificidad del Rectificado.
De
donde una incoherencia en total contradicción con el espíritu y la letra del
Código masónico de las Logias Reunidas y Rectificadas de Francia de 1778.
Pero
la Providencia, que gobierna todas las cosas, ha permitido que una ruptura
bienhechora –aunque culpable e ilícita, y como tal, condenada por los
tribunales- decidida por dicha Obediencia, devuelva al Gran Priorato de las
Galias su entera libertad para reconstituir el Régimen en su integralidad y en
su integridad
[2].”
Fue a partir de esta ruptura que la
Orden Rectificada inició su actual ciclo, bajo la regularidad establecida por
el G.P.DG., constituido en depositario universal de la legitimidad del Régimen
Escocés Rectificado.
En
el año 2003, en la sala capitular del castillo templario de Monzón en la
provincia de Huesca, el G.P.D.G. constituyó el “GRAN PRIORATO DE HISPANIA”
instalando como Gran Maestro-Gran Prior al M.R.C. Ramón, M. Eq. a Voluntatis Fortitudine, confiriéndole
la plenitud para la práctica del Régimen Escocés Rectificado en España. En su
libro, Jean-Marc Vivenza afirma que en ésa ocasión, en su discurso, el
Serenísimo Gran Maestro Daniel Fontaine, insistió en la unicidad del Régimen y
la necesidad de hacerlo vivir según su esencia auténtica. A continuación el
texto completo de aquel discurso:
“Guardo aún el recuerdo del
armamento de vuestro Smo. Gran Maestro y Gran Prior. Se llevó a cabo en una
capilla románica cerca de Libourne en un día espléndido y soleado. Poco después
de terminar la ceremonia, me dijo, que durante el armamento se había sentido
como flotando sobre una pequeña nube. Efectivamente, él estaba entre el cielo y
la tierra, entre la escuadra y el compás y pensé en aquel momento que se
trataba de un buen presagio. La ceremonia de hoy nos prueba que el
presentimiento era cierto.
No es
fácil ser masón hoy en día y mucho menos masón rectificado. Es una vía difícil,
exigente. Hace falta una fe a toda prueba para resistir las tentaciones y
trampas del demonio y los sarcasmos de aquellos que no nos comprenden y a
menudo nos odian cuando nosotros les amamos. En los primeros pasos en nuestra
vía, que realmente es una vía iniciática, hay que estar bien convencido que la
iniciación pasa ante todo y en consecuencia debemos dedicarle nuestra vida.
Todos
los acontecimientos que sacuden la Francmasonería actual nos prueban, si acaso
hiciera falta, que el Rito Rectificado no puede vivir bajo Obediencias de Ritos
diferentes. En Francia, en España, las Obediencias que han querido imponer sus
leyes a las Logias Rectificadas, han explotado. Me atrevería a decir, que
gracias a esta explosión, hemos podido volver a encontrar nuestro tesoro,
nuestro Rito en su integridad y verdadera dimensión. A nosotros y a vosotros,
nos corresponde conservarlo intacto y actuar para que nunca nadie más pueda
menoscabarlo, banalizarlo, meterlo en un puchero para hacer de ello un guiso
sin sabor y sin olor.
Nuestra
vía esta claramente trazada, mantener nuestra Tradición, nuestros rituales,
nuestro espíritu, nuestra fe para mayor Gloria del Gran Maestro de todos, el
Cristo.
Tenemos
una misión en este mundo tocado de apostasía, y que se encuentra en un estado
tan avanzado de muerte espiritual que ha perdido consciencia de su pecado. Esta
pérdida se traduce en actitudes que van desde el rechazo odioso a Cristo hasta
aquellas otras que falsifican su Palabra y quisieran ver una iglesia y una
Masonería amputadas de su misterio, vacías de su divina trascendencia.
El
pecado no resulta nada nuevo. La novedad radica en el pecado que se cree que ya
no lo es, lo que lleva al tranquilo relajo y seguridad de las masas
laicalizadas, entre las que podemos ver a lobos disfrazados con piel de
cordero. Ya que, no hay temor a infringir la ley de Dios puesto que, según
ellos, ya no hay Dios.
Dios es
verdad. La sinceridad es la conformidad con Su verdad. Pero cuando cada uno
pretende tener su verdad, la verdad se esfuma y cuando por este hecho uno se
convierte en enemigo de la verdad del otro, Satán resuelve el embrollo
imponiendo su mentira.
Es
contra todo esto que nuestros Grandes Prioratos deben batirse para que nuestros
Hermanos se conviertan primero en Iniciados, luego en hombres de conocimiento,
de inteligencia, de comprensión, de tolerancia y puedan hacerse Testimonios
vivos y guardar la Tradición y la Verdad de la Palabra para finalmente intentar
difundir todo ello en el mundo.
Smo.
Gran Maestro, es una pesada tarea la que ahora os espera. Guardad vuestro Gran
Priorato de toda deriva, hacer oídos sordos a los cantos de sirena que os
rodean y que podrían poneros en una vía que no es la nuestra. Para evitar que
esto suceda, a menudo hay que sacrificar multitud de cosas y saber que la
verdadera recompensa de nuestras acciones, no está en este mundo sensible sino
que es en el cielo que la tendremos.
Os
deseo a todos y particularmente a vos que la fuerza y la gracia divinas os
ayuden a llevar a buen término todas las acciones que emprendáis para el bien
de la Orden y del Régimen escocés rectificado en su conjunto.
Que
Dios os ayude.”
Hasta
aquí las palabras de quien fuera, durante muchos años, Gran Maestre y Gran
Prior del G.P.D.G.
En
momento en que el RER comienza a expandirse por América Latina resulta
importante recordar sus palabras y las de Jean-Françoise Var respecto de la
libertad necesaria para mantener viva nuestra tradición.
[2] Jean-François Var, Ciertas nociones elementales sobre los orígenes, la arquitectura y la
doctrina del Régimen Escocés Rectificado, 22 de febrero de 1997; Chambery,
12 de enero del 2008.
Daniel Fontaine a été en notre temps un homme et un initié aussi important que Willermoz en son temps. Sans lui, le Rectifié serait parti à vau-l'eau. Il est le Zorobabel du Rectifié.
ResponderEliminar(s'il te plaît de traduire, cher Eduardo...)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNos dice a Tribus Liliis que "Daniel Fontaine fue en nuestro tiempo un hombre y un iniciado tan importante como lo fue Willermoz en el suyo. Sin el, el Rectificado se hubiese ido a la ruina. Es el Zorobabel del Rectificado"
EliminarGracias por tu cometario, Querido Hermano y Maestro.