Creo que es un momento adecuado para hacer algunas reflexiones en torno a
la francmasonería y situación de Medio Oriente. Un tema que siempre está en mi
preocupación por mi propia formación personal y porque, al menos en los últimos
dos siglos, la francmasonería intervino directamente en esa región del planeta.
Comenzaré explicando mis razones personales. Para luego referirme al
desgraciado desinterés que la Orden ha optado tener sobre el tema. O lo que es
peor: que algunos grandes líderes masones hayan decidió abandonar los esfuerzos
de paz. Y hay que decirlo fuerte, porque, como alguna vez me dijo un adversario
en una tribuna pública, enfrentándonos por la supuesta incompatibilidad de
masonería y catolicismo, no todo es “tomar té con masitas”.
Mi primer contacto directo con el mundo islámico fue en 1981. Por ese
entonces yo regresaba de la Patagonia y había tomado la decisión de estudiar
Historia de las Religiones. Me interesaban el latín, el hebreo y el arameo. En
Buenos Aires había un solo profesor de arameo dispuesto a dar clases
particulares, quien me recomendó tener primero una buena base de árabe. Fue así
que me vinculé con el Centro de Estudios Islámicos que dirigía Mahmud Husein.
Las clases eran muy accesibles, pero incluían cultura árabe e irfam,
es decir conocimiento de religión islámica. Eran los primeros años de la
ocupación soviética en Afganistan y los centros islámicos y las tarikas eran
frecuentados por mujaidines que intentaban ganar adeptos para la causa. Estos
centros eran a su vez el centro de reunión de conversos que se distinguían del
resto por sus nombres árabes y sus apellidos criollos. Se ofrecían viajes a
Medio Oriente para mejorar el idioma y las publicaciones tenían un fuerte
contenido político. Fue una época en la que numerosos argentinos viajaron a las
madrasas árabes para volver convertidos en clérigos musulmanes. Tal el caso de
Karim Paz, valedor de quienes están acusado de haber planeado la voladura de la
AMIA.
Este contacto, sumado a que luego me vincularía familiarmente con drusos
sirios, me permitió un temprano acercamiento a la problemática de Medio
Oriente. Desde entonces este ha sido un tema de especial interés en mis
investigaciones históricas.
Con el correr del tiempo, ya ingresado en la francmasonería en 1989 –año en
el que culminó la ocupación rusa de Afganistán, comencé a recopilar información
respecto a la presencia de la Orden en países islámicos, árabes y no árabes.
Eso me llevó fatalmente a encontrar muchos de los datos que vuelco en este
breve trabajo.
Descubrí que la Orden no sólo había actuado fuertemente en esos países sino
que sus líderes se habían involucrado directamente –como masones- en las
negociaciones que llevaron a los acuerdos de Camp David y de Oslo: Sadat, Beguin, Palme, Rabín y el rey Husein de Jordania, todos masones,
recibieron el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en Medio Oriente. Tres
de ellos murieron a causa de estos acuerdos. El H. Obama lo recibió “por
adelantado” y ahora está a punto de cometer uno de los errores más graves de su
desgraciada gestión.
El rey Husein, Gran Maestre de la Gran Logia de Jordania
El mundo asiste una vez más a una grave crisis militar y política en Medio
Oriente. En realidad debiéramos ampliar el enunciado y decir que, nuevamente,
Occidente se encuentra a las puertas de intervenir militarmente en Medio
Oriente. Aún así, el planteo no sería completo. Si entendemos por Occidente a
la civilización que se desarrolló en el espacio europeo, cuyas instituciones se
remontan al Sacro Imperio Romano Germánico, y si consideramos a Medio Oriente
como el núcleo racial y religioso del Islam, entonces podríamos afirmar con más
rigor que, una vez más, se está a punto de abrir un frente militar –uno más de
los que ya están abiertos- entre el la Civilización Occidental y el Islam.
Barak Obama, atrapado en sus propias cavilaciones, oscilante entre sus
promesas de pacifismo y su necesidad de conservar para su liderazgo un mínimo
respeto, está a punto de protagonizar un nuevo capítulo de la larga guerra que
ya lleva catorce siglos.
Las fuerzas progresistas –que no abren la boca respecto de la repentina
vocación belicista del socialista Hollande- vuelven a sentirse azoradas por la
eventual intervención militar americana como represalia al uso de gas sarín
contra la población civil por parte de Bashar Al Asad, como si los 100.000
muertos por balas, bombas o decapitaciones en masa hubiesen sido hasta ahora
resultado de una fiesta.
Tampoco la han abierto con la masacre de coptos en Egipto y Etiopía. Ni la
persecución de cristianos en Irán, Irak y el Africa Subsahariana.
Son los mismos que creyeron que la “Primavera Árabe” era una suerte de
Power Flower, o el Mayo Francés en versión musulmana; que se apresuraron a
celebrar la caída de Osni Mubarak; que asistieron al linchamiento de Kadhafi
como si se tratara de un reality show; que nunca comprendieron el gesto de
dignidad de Sadam Husein camino al cadalso. Son los que acusan a Israel de
teocracia genocida y hablan del “Pueblo Palestino” como si todos los palestinos
fuesen iguales.
Todos los dirigente de Al Fatah con los que pude hablar, incluidos diplomáticos
con sede en Buenos Aires, afirmaban –con razón- que la paz sería posible en
tanto se negociara con ellos (Al Fatah es un movimiento laico) y no con Hamas,
de raíz integrista. De hecho, los acuerdos de paz, que debieran haber terminado con la creación de un Estado Palestino que sigue pendiente, fueron posibles gracias a los esfuerzos de Yaser Arafat, Premio Nobel de la Paz y líder de Al Fatah, que como se probó finalmente, también murió asesinado.
Estas fuerzas progresistas, decía, siguen sin entender de qué se trata.
Nunca se enteraron de que a lo largo de los últimos mil cuatrocientos años, ni
un solo día hubo paz en esta extensa frontera que nos separa del Islam, y que
las Cruzadas –las hubo también desde el Islam con las invasiones a Europa de
los Sultanes Otomanos, autoproclamados “Protectores del Islam”- y las grandes
batallas como Covadonga, Poitiers, Malta, Djerba, Lepanto, etc., no han sido
más que picos de tensión, como un extrasístole en una larga cinta de
electrocardiograma.
Occidente ha hecho ya su autocrítica respecto de las Cruzadas, incluida la
Iglesia en un extenso documento de Juan Pablo II con motivo del Jubileo del Año
2000. En cambio ninguna autocrítica he leído de los turcos, que fueron parados
por dos veces a las puertas de Europa y puestos en fuga merced al genio militar
de Sobieski y al famoso Vlad Tepes –figura que dio origen al “Conde Drácula”
que los empalaba.
No es fácil comprender al Islam. Houston Smith –una leyenda viva de 94 años
y uno de los estudiosos en religiones más prestigiosos del mundo- se ha cansado
de repetir que pese a su proximidad geográfica, el Islam sigue siendo la
civilización menos comprendida por los occidentales.
Si existe una institución de carácter mundial que puede comprender al
Islam, sin dudas que es la Masonería. Y de hecho, los únicos avances en materia
de Paz en Medio Oriente, desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial, fueron
liderados por masones. Es por ello que el fracaso de la política exterior de
Barak Obana –único Premio Novel “a cuenta” de la historia- es doblemente
dramática, porque resulta
inexplicable que no haya logrado un solo avance en los procesos de paz llevados
a cabo en Medio Oriente y que, por el contrario, haya perdido toda iniciativa
en la región, comenzando por su aliado árabe más importante: Egipto.
Antes de que la Revolución Iraní liderada por el ayatola Rudollha Jomeini
pusiera fin al gobierno del R.·.H.·. Reza Pahlevi y pasara a degüello a gran
parte de la Gran Logia de Irán, la masonería no sólo estaba extendida en los países
que forman el núcleo racial árabe del Islam (Egipto, Siria, Líbano, Jordania
con presencia de Grandes Logias) sino también en países no árabes islamizados,
como Turquía y Persia.
Medalla de la desaparecida Gran Logia de Irán
En la década de 1970, muchos de los grandes líderes del tablero del Cercano
Oriente eran masones: Anwar el Sadat, Mohammed Reza Pahlevi Hussein bin Talal
rey de Jordania, Menahem Begin por nombrar algunos. Estas filiaciones eran el
resultado de una profunda penetración de la Orden desde el siglo XIX: Medio
Oriente, Africa del Norte y la India no sólo tuvieron una fuerte influencia de
la masonería sino que sus hombres dejaron allí –y trajeron a Occidente- una
huella indeleble. Permítanme citar algunos monstruos de la literatura: Thomas
E. Lawrence (1888-1935); Rudyar Kipplig (1865-1936); Arthur Conan Doyle
(1859-1930), Gerard de Nerval (1808-1855) entre otros. De todos ellos hay
registro de actividad masónica desde el Sudán hasta Bombay.
Hacia 1940, en Egipto, las Logias colocaban un retrato de Faruk sobre el
baldaquino del Venerable Maestro. Teherán, aun hoy, está plagada de edificios
que fueron construidos con un fuerte simbolismo masónico, incluido el que ocupa
el Parlamento de la República Islámica. El Sha era el Gran Maestre de los
masones de Persia. En algunos países, como Líbano, coexistieron al mismo tiempo
varias potencias masónicas, predominando la GLTSO francesa. En Jordania, el rey
Husein, a la sazón Gran Maestre de la Gran Logia de Jordania, fue quien convocó
a la Tenida celebrada en Haman en la que se pusieron de acuerdo Anwar Sadat y
Begin. Los detalles de esta Tenida ya los he contado en más de una ocasión y
varios masones argentinos tuvimos oportunidad de conocerlos a través de uno de
los asistentes a ese hecho histórico.
Tenida masónica en El Cairo, 1940. Sobre el baldaquino
la imagen del rey Faruk
Todos estos antecedentes y muchos otros que harían de este trabajo una
lista tediosa, deben llevarnos a la reflexión respecto de la actual situación
en Medio Oriente.
A lo largo de las últimas décadas, desde su nacimiento, la Gran Logia de
Israel ha dado muestras de estar a la altura de los esfuerzos por la paz. Sus
logias, en las que conviven judíos, árabes musulmanes y cristianos, son un
ejemplo de paz y de progreso en favor de la concordia de la que habla el papa
Francisco. Contrario sensu, la caída de los “dictadores” que tanto celebran las
fuerzas progresistas, ha provocado la creciente prohibición de la actividad
masónica en los países islámicos, su persecución y en algunos casos la muerte
de masones. La propia Gran Logia de Turquía sufrió intentos de voladura en años
recientes y los líderes de Hamas, Al Qaeda y Hezbolah lanzan permanentes
anatemas contra los masones.
Aún así, los masones, para quienes la “Guerra es un Crimen Horrendo”, no
debieran cesar en sus esfuerzos por la paz. No es un dato menor que los
parlamentarios ingleses –que conocen mejor que nadie a los árabes del cordón
sirio-palestino- hayan calmado las calenturas de su Primer Ministro. Para los
masones ingleses, Jerusalén en particular y Medio Oriente en general siempre
han tenido una dimensión diferente.
Desde fines del siglo XIX, las denominadas Ordenes Aliadas, cuyo grado
emblemático es el de Caballero Templario, tuvieron fuerte presencia. Asi lo
atestiguan los monumentos que pueden encontrarse caminando por la ciudad vieja.
Cuenta John Robinson en su tremendo ensayo “Mazmorra, Hoguera y Espada que
cuando en 1917 el general Edmund Allemby (masón y connotado cuadro de las
Ordenes Aliadas) entró al frente de una columna británica en Jerusalén, donde
ningún ejército cristiano había puesto pie desde 1224, los barrister del Temple
(abogados que tienen sus bufetes en los alrededores de la Iglesia del Temple en
Londres) lo celebraron de una forma especial: Fueron en procesión a la iglesia
circular de los templarios y colocaron una corona de laurel sobre las efigies
de los caballeros para trasmitir un mensaje sin palabras… no estáis olvidados.
Inglaterra ha comprendido que Jerusalén es el nudo de un conflicto en el
que sólo se puede actuar para resolver la cuestión palestino-israelí. De igual
modo lo ha entendido la Iglesia de Roma y, hasta ahora, creía yo que toda la
masonería: Luchar por la Paz
Por eso me resulta intragable que dos HH.·. que hoy lideran dos de las
potencias más grandes del mundo, estén alistando sus misiles contra la bella
Siria, como si la sangre de sus HH.·. Sadat, Palme y Rabín no hubiese valido nada. Como si mil cuatrocientos años
de guerras no nos hubiesen enseñado quién es el enemigo.
No escucho el clamor de los Hermanos por la paz. Y eso es una mala noticia
para el mundo.
Q.•. H.•. Eduardo:
ResponderEliminarMagnífico trabajo cuyo contenido coincide plenamente con mi sensibilidad y experiencias. Espero que resulte útil también para despertar las conciencias de quienes ven el llamado "Oriente Medio" como una zona exótica, anclada en la edad media y ajena a nuestras vidas. Ese "oriente" es mas "Próximo” de lo que muchos piensan... y para nosotros debería representar un "Oriente de dolor y vergüenza" que, de ninguna manera, nos puede ser ajeno. Trataré, en la humilde medida de mis posibilidades, de divulgar tu texto porque probablemente puede representar la voz que remueva el silencio de muchas conciencias.
Querido Hermano José Ignacio, gracias por tu comentario. Para alegría mía, este post ha tenido ya casi 1500 lecturas, y no han sido pocos los HH.·. que me han escrito o me han llamado, lo cual me hace pensar que ha servido de algo. Ojalá la verdaderas "voces importantes" de la Orden se alcen en favor de la Paz en Medio Oriente.
ResponderEliminarPocos comprenden la urgencia de este tema. Ayer mismo fue arrasada la ciudad cristiana de Maalula, uno de los último enclaves en los que aún se habla el arameo y hay monasterios griegos de los primeros siglos del cristianismo. Fue tomada por grupos rebeldes, entre ellos Al Qaeda... como ya lo he repetido ifinitamente, ¡Qué tristeza!
El verdadero mundo libre y no el manipulado, sabe que detrás de esta campaña mediática implementada por U.S.A. en contra de Siria, tiene tintes imperialistas; ya México lo vivió en el año 1850, cuando fue despojado de mas de dos terceras partes de su territorio; apoyados claro por traidores apátridas que combatió nuestro H:. Benito Juárez García. hasta la fecha, ya no escuchamos el clamor de los QQ:. HH:. para que Obama pare esta guerra suicida que pretenden iniciar y que será la última para este imperio. Pero, y los HH:. Masones de U.S.A. ¿que están haciendo para atarle la mano a estos mercenarios que no les importa la humanidad? Gracias, Q:. H:. por despertar nuestras inquietudes; estaremos al pendiente: Recibe un T:. A:. F:. Past:. Mast: Estado 29, B.C. Num: 39, Oriente Rosarito, Baja California, México.
ResponderEliminarQuerido hermano, soy coordinador de la revista masónica gratuita "Retales de Masonería". Buscamos y publicamos artículos de interés siempre con licencia Creative commons y , por supuesto, citando la fuente y/o autor. Algunos autores ya se han hecho colaboradores e incluso envían sus artículos directamente a la coordinación.
ResponderEliminarMe hubiera gustado publicar su articulo en el número de este mes, hacerlo en el siguiente ya no tiene sentido; sin embargo me gustaria pedirle permiso para poder publicar alguno de los articulos que usted ha dejado en este maravilloso blog.
Para que pueda usted tomar su decisión con conocimiento de causa puede ver el último número publicado de nuestra revista en la siguiente dirección: http://issuu.com/retalesdemasoneria/docs/retales_de_masoner__a_n___029_-_ago
Igualmente, puede contactarme y ampliar información en el email de coordinación de la revista: retalesdemasoneria@gmail.com
Gracias por su atención y reciba mi más sincera felicitación por la calidad de sus publicaciones.
Un TAF
Mario Lopez
Coordinador "Retales de Masoneria"
Querido Hermano Mario, por supuesto puedes publicar lo que consideres oportuno. Gracias por tus palabras. Un fraternal abrazo
EliminarQH Eduardo, muchas gracias por su colaboración.
EliminarUn TAF
QH:.Eduardo: De cierto le digo, que este articulo como otros que escribe muy interesantes e instructivos, este tiene mayor vigencia y trascendencia teniendo en cuenta el papel social de la masonería, nuestros deberes para con los principios y valores de la sociedad.
ResponderEliminarSi hay algo que me llama la atención, es sobre la afirmación de filiación masónica de personas como O. Palme. M. Beguin y Obama,negado por más de un H:. de los países de origen.
SFU:.
Carlos B. García
Querido Hermano, efectivamente, el fallecido rey Hussein de Jordania, ocupando el cargo de Gran Maestre de la Gran Logia de su reino, tuvo una importante participación en el proceso que culminó con los acuerdos de Camp David. Gran parte del éxito se debió a que, tanto el presidente egipcio Anwuar Sadat como el primer ministro israelí Menahem Beguin eran también masones. Los que conocen los pormenores de aquella negociación mencionan la existencia de una “tenida masónica” convocada en Jordania por el rey Hussein, en la que participaron los líderes Sadat y Beguin y en la que se decidió el “sorpresivo viaje” que luego Sadat haría a Israel y que le valdría –tal como hemos dicho- la acusación de traidor de la causa árabe, acusación que, por otra parte, le costara la vida.
ResponderEliminarEl rey Hussein continuó comprometido con la paz hasta su muerte. Fueron otros dos masones ya fallecidos, Olof Palme y Yitzak Rabín, los que hicieron posibles los llamados Acuerdos de Oslo, y no todos comprendieron el verdadero alcance de las palabras pronunciadas por el ya viejo y enfermo rey cuando en el entierro de Rabín –también asesinado por la intolerancia- dijo que “estaba despidiendo a un hermano”.
Todas estas filiaciones masónicas han sido rigurosamente comprobadas. El caso de Obama es particularmente claro, pues en USA, en el seno de las Grandes Logias Prince Hall su filiación ha sido varias veces expuesta y nunca desmentida.
Le quedo muy agradecido por sus comentarios. Un fraternal abrazo
Bendito sea el GADU mi qh- Los mismo pensamiento han cruzado como saetas de luz, mi mente. Donde estan nuestros HH:. que lideran las dos grandes potencias?? Que intereses mezquinos ocupan sus agendas en estos momentos??? Seran tambien postulados para el insigne Premio Novel de la Paz?? Dolor, dolor, dolor. Le envio un fraternal saludo desde el Or:. de República Bolivariana de Venezuela
ResponderEliminarQuerido Hermano Eduardo,
ResponderEliminarMuchas gracias por profundizar en un tema de importancia capital y de gran actualidad. Ojalá sirva como altavoz para permitirnos no olvidar la atrocidad que se está viviendo en la región de Oriente Próximo.
Por temas profanos no estoy pudiendo enfocarme en el día a día del conflicto y justo al leer uno de tus comentarios me acabo de enterar que la ciudad de Maalula en Siria fué tristemente arrasada. Hace muchos años tuve la oportunidad de recorrer sus calles, de conversar con gestos y sonrisas con ancianos y niños de esta pequeña ciudad, reducto y conservadora del arameo. Allí en la iglesia de Santa Tecla, dónde se podía admirar un altar en roca del siglo II d.c. los padres ortodoxos recitaban el padre nuestro en arameo. Siempre me quedó grabado a fuego la hospitalidad y calidez de sus gentes, su apertura con el viajero. Triste leo sobre estos acontecimientos, mientras tranquilos en casa miramos a otro lado, o nos quejamos de superfluas realidades que a veces nos tocan vivir.
Oremos porque la incomprensión se diluya y la paz sea algún día el único camino.
Fraternalmente tuyo
Gracias por tanta luz!
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