Notas acerca de los temas caballerescos en los Altos Grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Aproximación a sus orígenes históricos, especialmente a los grados de Caballero Rosacruz (18) y Caballero Kadosh (30º)
En el Rito
Escocés Antiguo y Aceptado (R.E.A.A.), que es el más difundido en el ámbito
hispanoamericano, encontramos grados que llevan por títulos nombres que hablan
por sí mismos: Caballero Rosacruz (18º), Caballero de la Serpiente de Bronce (25º), Caballero del Sol (28º), Gran Escocés de San Andrés (29º) entre otros, siendo el más emblemático de todos el de Caballero Kadosh (30º),
también llamado Caballero del Águila Blanca y Negra, este último con una clara
reminiscencia templaria.
Es
relativamente sencillo encontrar literatura sobre el R.E.A.A. en la que son
frecuentes los temas vinculados a la caballería y especialmente a las órdenes
monástico-militares surgidas en el tiempo de las cruzadas. El grado de
Caballero Kadosh parece ser la cúspide de la influencia escocesa
en el R.E.A.A. En este grado hay un fuerte contenido templario que, de
algún modo, viene insinuándose desde los grados anteriores, baste mencionar que el grado inmediato anterior refiere a San Andrés, el Santo
Patrono de Escocia. Pero la estructura propia del Rito no se asimila a la de
una Orden de Caballería. Su aparición data de la segunda mitad del siglo XVIII
y se da en el marco de los Capítulos de Perfección reservados a los Maestros
Elegidos.
Dice Kervella: “Se trata de añadir al sistema de logias azules (los tres primeros
grados) Capítulos de Perfección con individuos cuidadosamente escogidos… Una
vez admitidos portaban una banda negra bordada con una cruz roja y una capa blanca
que también llevaba la cruz y recibían espada y puñal. Detalle curiosos porque
la terminología es de los Kadosh, término usado a repetición en los protocolos de
recepción… La literatura masónica sitúa la aparición de este grado [Kadosh]
en Francia hacia 1761 y como proveniente de Metz, por un militar francés con asiento allí…”(1)
Esta
referencia aparece reiteradamente en las investigaciones sobre los
comienzos del escocismo. En un
trabajo publicado en los Cahiers de la Grande Loge de
France se puede leer: " Es en retorno de los desarrollos alemanes del Escocismo que
debe atribuirse la elaboración en Francia de dos grados que tendrían gran
notoriedad: el Soberano Príncipe Rosacruz (1762) y el de Gran Elegido Caballero Kadosh.
Pero si el primero era "el catolicismo hecho grado", el segundo -introducido en Metz en marzo de 1761 por el Caballero du Barail, joven oficial francés prisionero- olía a hoguera". (2)
La frase “olía a hoguera” puede entenderse en su connotación templaria. Por
otra parte, nadie mejor que la Orden de la Estricta Observancia, había
desarrollado los grados escoceses en Alemania. Como sabemos, el argumento del Grado de Caballero Kadosh es
vindicativo, tanto de Felipe el Hermoso como del papa Clemente V y forma parte
de los denominados “Grados de Venganza” del R.E.A.A. (3)
En cuanto al grado de Soberano Príncipe Rosacruz, mencionado en la misma cita, ya hemos visto que se lo
atribuye al propio Jean Baptiste Willermoz, quien por ese entonces (1762) se desempeñaba como
Presidente de la Gran Logia de Maestros Regulares de Lyón. No
sorprende que en un principio fuera ”el catolicismo hecho grado”, dada la catolicidad del propio Willermoz.
Hasta hace
poco los historiadores del escocismo carecían de documentación convincente, pero a
partir del Estatuto de Quimper y del registro de Actas de la Logia Saint Benoit
podemos conocer mucho más acerca de sus orígenes. Las Actas contienen al menos
treinta páginas sobre la Orden Sublime de los Caballeros Elegidos. (4)
Esta Orden se
establece fijando Estatutos y Rituales precisos a fines de 1750, dando así una
estructura de conjunto a los numerosos capítulos que existían en territorio
francés. Gracias a un trabajo exhaustivo sobre los archivos provinciales puede
afirmarse que los Caballeros Elegidos y todo lo que por entonces evoca la perfección o elección, tienen origen escocés y estuardista. (5)
La primera
Logia Madre Escocesa fue fundada en 1745 por Étienne Morin. Se cree que el primer rito
denominado escocés fue el Rito Escocés Filosófico de la Logia Madre de Marsella,
creado hacia 1750 y que ya estaba compuesto de 18 grados. Luego de éste, apareció el Rito de Perfección, compuesto por
el Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente (estamos hablando de París,
hacia 1758). En 1761 Morin parte a las Antillas llevando una Carta Patente. Por
entonces, el Rito de Perfección ya tenía 25 grados. La fecha coincide con la aparición del Grado de
Caballero Kadosh.
Luego de
diversas adaptaciones en América del Norte, el 4 de diciembre de 1802, fue dada a conocer al mundo, la creación de un Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales, grado
33º y último del R.·.E.·.A.·.A.·. en Charleston (EE.UU).
El Rito
Escocés Antiguo y Aceptado arribó a Europa, y más en concreto a Francia, de la
mano del conde de Grasse-Tilly, tras obtener una nueva Carta Patente de
Charleston. Grasse-Tilly retocó algunos rituales y enseñanzas y su obra
constituye hoy más o menos el Rito Escocés Antiguo y Aceptado tal como se lo conoce. Podríamos completar esta breve síntesis diciendo que el Congreso
Mundial de Lausana, de 1875, fijó de forma definitiva el Rito Escocés Antiguo y
Aceptado, impidiendo la creación de nuevos grados o la modificación de los
existentes sin consenso universal de los Supremos Consejos. Sus Grados
conservan abundante lenguaje referente a los Elegidos y a la Caballería.
1 Kervella, André; Les Rois Stuart et la Franc-Maçonnerie Éditions Ivoire-Clair
2013 p. 53.
2 La Franc-Maçonnerie Ecossaise et la Grande
Loge de France. en Points de Vue Initiatiques, Cahiers de la Grande Loge de France nº
38-39, Paris, 1980. Pag. 34
3 Callaey, Eduardo; Caballeros, Masones e Illuminati;
Ediciones del Arte Real, Oviedo. Ver Apéndice II
4 Kervella, André; Ob. cit. p. 44.
5 Ob. cit. p. 44, 53, 64 y 107.
Lamentablemente el R.E.A.A. con el tiempo - y habida cuenta de lo que ha tocado experimentar - olvidó y oscureció los misterios cifrados en los rituales y doctrina de los grados caballerescos, degradándolos al mero nivel de sus aplicaciones cívicas, relegando toda mención a principios espirituales y mistéricos. El resultado de ello está a la vista de cualquier sincero buscador de la Luz.
ResponderEliminarmuy interesante. en hora buena.:
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